domingo, 6 de junio de 2010

Puerto del Saucillo - Cueva del Agua – Puerto de Las Camaretas – Puerto de Bellina – Puerto del Saucillo.



Bonita y corta ruta por el sector yunquerano del Parque Natural Sierra de las Nieves. En ella visitaremos lugares tan pintorescos como la Cueva del Agua o la "Pasadilla". Asimismo tendremos magnificas vistas del pinsapar de la cañada de la Cuesta de los Hornillos, y podremos visitar un árbol singular andaluz tal y como es el Pinsapo del Candelabro.







Provincia: Málaga.
Localidad de referencia: Yunquera.
Tipo de ruta: Circular.
Distancia: Aproximadamente 7,5 kilómetros.
Época recomendada: Primavera y otoño. En junio podemos ver el majuelo de la cueva del Agua en flor.
Notas: Esta ruta, fue la ultima realizada antes de la adquisición por mi parte de un receptor GPS. Por lo tanto, no está disponible el track de la ruta. El plano de la ruta y el perfil de esta, han sido realizados componiendo un collage a partir de los fragmentos, convenientemente seleccionados, de los tracks de otras rutas que pasan por estas localizaciones.


Mapa general de la ruta.


Perfil de la ruta.

Partimos del puerto del Saucillo (Plataforma de Yunquera), lugar en el que se enclava el Mirador del Puerto del Saucillo, integrado por una explanada de aparcamientos, una zona de bancos hechos de piedra y madera de pinsapo, y una balconada por la que nos asomamos en dirección sur, pudiendo ver en primer termino, el pueblo de Yunquera y las Sierras Cabrilla y Prieta.


Mirador del puerto del Saucillo.

Del puerto del Saucillo, parten dos senderos principales, uno a la izquierda denominado Sendero de Torrecilla (actualmente PR-A 351), y otro a la derecha con el nombre de Sendero Puerto Saucillo-Puerto Bellina. El que nosotros tomaremos será el de la derecha. Veremos que en el comienzo de este, hay una señal direccional del sendero de gran recorrido GR-243 Sierra de las Nieves. Realmente en el tramo de ida hasta la cueva del Agua, nuestra ruta coincide con el trazado del GR-243, por lo que podemos aprovechar sus hitos de continuidad blancos y rojos y sus señales direccionales, para verificar que estamos en la senda adecuada.


Carteles y postes en el punto de inicio de la ruta.

Una vez iniciado nuestro caminar por el sendero de la derecha, vemos que este inicia un leve descenso hasta llegar al cauce (habitualmente seco) de la cañada del Saucillo.

Poco después, encontramos a la derecha un sendero, el cual no hemos de tomar. Este sendero se dirige al llano del Alcornicalejo.

La senda asciende entre pinos y pinsapos, y a la derecha podemos ver un vallado metálico.  Al poco, veremos a nuestra derecha, junto al camino, al pinsapo del Candelabro. Este pinsapo, está considerado árbol singular en el Catalogo Andaluz de Árboles y Arboledas Singulares. Tiene una altura de 16,5 m y su nombre le viene por la forma en que sus ramas se desarrollan. A 1,90 m de altura aparece una gran rama gruesa paralela al suelo que, tras dos metros de desarrollo, vuelve a crecer verticalmente desarrollando la copa característica de abeto. Como esta rama existen cuatro más que crecen sucesivamente una a continuación de la otra, configurando el conjunto un curioso candelabro. Parada fotográfica obligada.


Pinsapo del Candelabro.


Vista desde otra perspectiva del pinsapo del Candelabro.

Seguimos ascendiendo. Un poco mas adelante, llegamos a una bifurcación del camino, en la cual encontramos un poste con señales direccionales. El sendero de la izquierda, que no tomaremos, se dirige al puerto de Bellina. Tomaremos el de la derecha, el cual esta indicado por una señal direccional del GR-243 como los Sauces-El Burgo.


Poste indicador situado en la primera bifurcación.

Tras culminar la subida, llegamos al puerto del Pilón de las Tres Puertas, lugar desde el que nuevamente parten dos senderos, uno a la izquierda, que como el que desechamos antes se encamina al puerto de Bellina, y otro derecho, que es el que tomaremos. Señalar que las sendas están convenientemente señalizadas por hitos del GR-243.


Puerto del Pilón de las Tres Puertas.

La senda inicia un marcado descenso, curveando notablemente. Tras un rato de camino, llegará a nuestros oídos un murmulleo de agua, el cual delata en las proximidades la presencia de una fuente, la cual aun no somos capaces de ver. Al poco, encontramos una nueva bifurcación del camino. Si cogemos el ramal de la izquierda, en pocos metros llegaremos a la fuente de la Chaparrera, de la cual tuvimos noticia previamente por su sonido. Sin embargo, nuestro camino ha de discurrir por el ramal de la derecha.


Cerro de Las Camaretas (izquierda), y Filar de los Ermitaños (derecha), vistos de camino hacia la cueva del Agua.


Fuente de la Chaparrera.

Descendemos, y tras un breve caminar,  observamos entre la arboleda, una explanada, situada por debajo de nuestro nivel, en la que sobresale una alargada fuente. Seguimos descendiendo. Al poco a nuestra derecha se abre una sendilla, la cual no tomaremos por ahora.

Llegamos finalmente a la explanada. Al frente nuestro se encuentra la citada fuente, la cual vemos que recibe su agua por medio de una conducción que procede de las rocas que se encuentran por encima nuestra a la derecha. Si dirigimos la mirada a ellas, veremos la boca de entrada de la cueva del Agua.


Fuente de la cueva del Agua.

Un poco a la izquierda de la fuente, encontramos el denominado majuelo de la cueva del Agua, el cual figura, al igual que el pinsapo del Candelabro, como árbol singular en el Catalogo Andaluz de Árboles y Arboledas Singulares. ¿A que se debe esta singularidad?. El majuelo es una especie que normalmente se presenta en forma de
arbusto o arbolillo y que, especialmente en zonas con ganadería, tiene formas almohadilladas debido al ramoneo. Sin embargo, el majuelo de la Cueva del Agua es un ejemplar de porte arbóreo de nueve metros de altura, cosa bastante infrecuente. Realmente, se trata de dos ejemplares próximos entre si, de tal manera que sus copas se confunden en una sola. En estas fechas lo encontramos en plena floración, lleno de florecitas blancas. En el otoño pierde las hojas y sólo quedan los frutos de color rojo denominados majuelas.


La cueva del Agua.

Un poco mas allá, a la izquierda, vemos que de la explanada parte un carril, el cual pasa tras unos 200 metros, junto al vivero de la Cueva del Agua, y tras recorrer unos 8 kilómetros, desemboca en el puerto de las Abejas, en la carretera A-366 de el Burgo a Yunquera.


Una vista aún más próxima de la cueva del Agua.

Es hora de subir a la cueva del Agua. Para ello, retrocederemos en nuestro camino, y cogeremos la sendilla que anteriormente dejamos y que ahora nos aparece a la izquierda.
Tras unos pocos metros llegamos a la boca de la cueva. Penetramos en su interior, cuidando de no resbalar o mancharnos de barro, ya que el suelo esta húmedo.


Boca de la cueva.

Ya en el interior apreciaremos como el agua se filtra por el techo de la cueva, y cae formando gotas, como si de una lluvia se tratase. Si permanecemos en silencio, oiremos el relajante sonido que esto provoca.

Desde la boca de la cueva del Agua, contemplamos unas bonitas panorámicas, asimismo, en la lejanía vemos el antiguo edificio del Santo Desierto de Nuestra Señora de las Nieves.


Vista desde dentro de la cueva.


Edificio del antiguo Santo Desierto de Nuestra Señora de las Nieves.

Es hora ya de regresar al puerto del Saucillo. Para ello, desandamos lo andado, hasta llegar a la bifurcación próxima a la fuente de la Chaparrera. Cogemos el sendero de la derecha según nuestro sentido de marcha. Desde este punto, abandonamos el trazado del GR-243, por lo que no encontraremos más sus indicadores.

Inmediatamente llegamos a la fuente de la Chaparrera, y la pasamos. La senda discurre encajonada entre pinos y pinsapos, curveando, subiendo y bajando, atravesando una zona conocida como Los Chorrerones, dirigiéndose hacia el tajo de Alberca o de los Artilleros.


Caminando por Los Chorrerones.

Alcanzamos ahora un estrecho y pendiente paso, denominado la Pasadilla o la Colaílla, situado bajo el tajo de Alberca, cuyas paredes quedan a nuestra izquierda, mientras que a nuestra derecha se abre una caída hacia la cañada de la Cuesta de los Hornillos. Hemos de tener cuidado al pasar por el, ya que un resbalón o un mal paso puede tener malas consecuencias. Especial cuidado debemos tener en invierno, en caso de que se haya formado hielo en el paso.


Llegando a la Pasadilla.


La Pasadilla.

El camino desciende, hasta cruzar el cauce del torrente de la cañada de la Cuesta de los Hornillos, el cual encontramos seco. En esta zona se acumulan enormes peñascos procedentes de derrumbes del cercano tajo de Alberca, por lo que recibe el nombre de roaera de la Manchón.


Roaera de la Manchón. Al fondo el tajo de Alberca.

El sendero pasa a la otra cara de la cañada, y comienza a ascender, dirigiéndose al puerto de las Camaretas. La vegetación comienza a ralear un poco antes de que alcancemos el puerto.


Puerto de Las camaretas (izquierda) y cerro de Las Camaretas (derecha).


Tajo de Alberca y pinsapar en la cañada de la Cuesta de Los Hornillos.


Cañada de la Cuesta de Los Hornillos.

Poco después de alcanzar el puerto de las Camaretas, enlaza con nuestro sendero, una senda que desciende, y la cual no cogeremos. Al frente nuestro, vemos las estribaciones del pinsapar de Cubero.


Pinsapar de Cubero, desde las proximidades del puerto de Las Camaretas.

Al poco, el camino comienza a discurrir encajonado entre pinsapos, para llegar a una nueva bifurcación que hemos de coger a la izquierda. Ojo en este punto, ya que la tendencia natural es coger la senda de la derecha mas marcada que la de la izquierda.

Nuestros pasos nos aproximan de nuevo a la cañada de la Cuesta de los Hornillos, y el tajo de Alberca aparece de nuevo frente a nosotros, permitiéndonos apreciar las cavidades que presenta esculpidas en su pared.


Cavidades en el tajo de Alberca.

Poco después el camino se divide nuevamente en dos, una senda que se abre a nuestra derecha y que se dirige a la cañada de Bellina y al pinsapo Moreno, y otra a la izquierda que es la que tomaremos.

Al poco aparece otra bifurcación que de nuevo tomaremos a la izquierda. En esta zona, comenzamos a observar cedros, especie introducida por el hombre en estos lares.

Tras esto, alcanzamos el puerto de Bellina, en el cual podemos observar dos montículos de piedras a modo de hitos. Ante nosotros aparecen de nuevo dos senderos. Tomamos una vez más el de la izquierda, el cual inicia un largo descenso.

Mas adelante, nos encontramos a nuestra derecha, con unas oquedades esculpidas en la roca, las cuales reciben el nombre de las cuevecillas del Agua.


Las cuevecillas del Agua.

El camino sigue descendiendo, hasta que finalmente aparecemos en el puerto del Pilón de las Tres Puertas, concretamente por el sendero que dejamos a la izquierda al inicio del recorrido. Es un buen punto para descansar y comer algo si es el caso.

Ya solo nos resta para finalizar la ruta y llegar al puerto del Saucillo, desandar el camino que realizamos hasta el puerto del Pilón de las Tres Puertas al inicio del recorrido.

Una vez en puerto Saucillo, podemos descansar en alguno de los bancos allí existentes y relajarnos viendo el paisaje, antes de finalizar esta maravillosa jornada.



El pueblo de Yunquera, y las sierras Prieta y Cabrilla, vistos desde el mirador del puerto del Saucillo.

Bibliografía:

Sierra de las Nieves – Guía del Excursionista 3ª Edición”. Flores Domínguez, Rafael y Rodríguez González, Andrés. Editorial La Serranía. Ronda 2008.

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