sábado, 25 de septiembre de 2010

Circular Aracena - Fuente del Castaño - Barranco del Castaño - Los Marines - Linares de la Sierra - Aracena.



 
Ruta cómoda, pero larga, la cual partiendo de la localidad de Aracena, nos conduce a visitar las poblaciones de Los Marines y Linares de la Sierra, para regresar finalmente a Aracena. En nuestro caminar, al comienzo recorreremos paisajes dominados por el castaño, para luego transitar por un entorno adehesado con predominancia de encina y alcornoque. Se trata de un recorrido ideal para tomar contacto con la naturaleza y las poblaciones de la Sierra de Aracena.






Provincia: Huelva.
Localidad de referencia: Aracena.
Tipo de ruta: Circular.
Distancia: 19,5 kilómetros.
Época recomendada: Otoño, en especial finales de octubre y noviembre.
Notas: Ruta cómoda, que discurre por pistas, camino y senderos de buen trazado. Su única dificultad radica en sus casi 20 kilómetros de longitud, y su desnivel acumulado (tanto positivo como negativo) en torno a los 600 metros. Por lo tanto, debemos calibrar bien nuestras fuerzas y las horas de luz disponible para que no nos caiga la noche durante el recorrido. Podemos comer o tomar un refrigerio en cualquiera de las poblaciones por las que pasaremos. Abstenerse de recolectar castañas.


Mapa general de la ruta.



Perfil de la ruta.

La siguiente ruta, fue realizada el día 25/09/2010, dentro de una escapada de fin de semana para conocer Aracena y sus alrededores. Está pensada, para recorrer los distintos paisajes característicos de está zona, tales como el castañar, que se recorre en la primera parte de la ruta y las dehesas, que se recorren sobre todo en la tercera parte. La parte central, constituye un espacio de transición entre ambos paisajes. Además, se visitan dos pueblos, Los Marines, y Linares de la Sierra, típicos exponentes de la arquitectura popular de la región.
Aunque en estas fechas (finales de septiembre), el paisaje presenta un bonito aspecto, creo que la mejor fecha para recorrer estos senderos, es finales de octubre, principios de noviembre, época, en que el castañar se viste con sus tonos naranjas y ocres, confiriéndole una magia especial al entorno.
La ruta fue realizada sin prisas, sabiendo que íbamos a dedicarle prácticamente todo el día. Fueron en total aproximadamente doce horas de camino relajado, realizando múltiples paradas para descansar, admirar el paisaje, fotografiar, comer, y en definitiva disfrutar de este privilegiado entorno.

Parte 1: Aracena-Fuente del Castaño-Barranco del Castaño-Los Marines.

Iniciamos nuestra jornada en el pueblo de Aracena, donde nos preparamos para realizar la ruta, tomando un buen desayuno en cualquiera de los bares de dicha población.


Aracena. A la izquierda, el campanario de la iglesia prioral de Nuestra Señora del Mayor Dolor. Abajo a la derecha vemos la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.


Iglesia prioral del Nuestra Señora del Mayor Dolor - Aracena.


Edificio de Cabildo Viejo, sede del centro de interpretación del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Abajo y a la derecha la fuente de la Plaza Alta - Aracena.


La Gruta de Las Maravillas, es uno de los mayores patrimonios de Aracena, siendo visita obligada. En la plaza Gruta de Las Maravillas, podemos ver una serie de bancos, decorados con azulejos que representan distintos enclaves de dicha gruta. Este representa la sala de "La Palmatoria", la cual de momento no es visitable por el público.


Lavadero de la fuente del Concejo - Aracena.


Escultura del Concejil, la cual evoca la figura del "porquero". Como no puede ser de otra forma, se encuentra en las inmediaciones del Museo del Jamón y del Cerdo Ibérico.

Una vez concluido dicho paso imprescindible, cogemos nuestro vehículo, y nos dirigimos hacia la N-433, cuya intersección alcanzaremos en breve. Una vez allí, giramos a la izquierda, en dirección al pueblo de Los Marines. Tras recorrer aproximadamente dos kilómetros por la N-433, llegamos al polígono industrial Cantagallo. Tras dejar a nuestra derecha un supermercado de Mercadona, y otro de LIDL, llegamos a una rotonda. A nuestro frente y un poco a la derecha, podemos ver una nave de repuestos de automóviles. Salimos de la rotonda hacia ella, y cogemos la calle que queda a su derecha. Estacionamos el vehículo, donde mejor nos convenga en dicha calle. Continuamos andando por ella en la misma dirección que seguíamos con el vehículo, y en escasos metros, encontraremos un panel indicativo que marcará el inicio de nuestra ruta.
El panel forma parte del conjunto de indicaciones del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, e indica el comienzo del Sendero Aracena-Fuenteheridos.


Inicio de la ruta. Cartel del sendero Aracena-Fuenteheridos.

Iniciamos nuestra marcha por dicho sendero, el cual es ancho y bien marcado, y desciende suavemente. Este camino, es parte de la Vereda de Sevilla, vía pecuaria de gran importancia en el pasado.  Asimismo, hoy en día forma parte del sendero de gran recorrido GR 41.3, una de las tres variantes del GR 41 Cordel de las Buervas.
El GR 41, une la localidad portuguesa de Barrancos, con Sevilla capital. En su recorrido atraviesa los términos municipales de Barrancos (Portugal), Encinasola, Cumbres de San Bartolomé, la Nava, Valdelarco, Cortelazor, Aracena, Corteconcepción, Zufre, El Castillo de las Guardas, Gerena, Olivares, Salteras, Santiponce, Valencina de la Concepción, Castilleja de Guzmán, Camas y Sevilla.
Desde la localidad de Zufre, se desprende el GR 41.3, el cual recorre en 48 Kilómetros los términos municipales de Zufre, Higuera de la Sierra, Jabuguillo, Aracena, Los Marines, Fuenteheridos, Galaroza y Las Murtiguillas.


Ejemplar de castaño.

Nos introducimos rápidamente en un paisaje dominado por el castaño, observando ejemplares que destacan sobre todo por su altura. En estas fechas, se encuentran completamente cargados de erizos, de color verde-amarillento, en cuyo interior se ocultan las castañas. Vistos a cierta distancia, da la impresión que se le han colgado al árbol multitud de pelotas de tenis.


Hojas y erizos de castaño.

Transitamos entre pequeñas parcelas dedicadas a la explotación de dicho árbol. Es de destacar, como las diferentes fincas, se separan las unas de las otras y del camino, mediante cercados realizados mediante piedras encajadas entre si. Estos vallados, son una reminiscencia de la cultura de los repobladores de origen leones, asturiano y gallego, que se asentaron en estas tierras en la segunda mitad del siglo XIII, tras la reconquista a los árabes por parte de la Corona de Portugal, y su posterior paso a manos de la Corona de Castilla tras el Tratado de Badajoz que puso punto y final al denominado Conflicto del Algarve. Estos vallados son una marca de identidad de la zona.
Los caminos y senderos, encajados entre estos muros de piedra, reciben en la zona el nombre tradicional de callejas.

En este tramo, caminamos por una amplia calleja.

El suelo de muchas de estas parcelas, se encuentran tapizados por helechos, los cuales en algunos puntos crecen también sobre las piedras que forman los cercados, a modo de penachos.


En algunas fincas, el suelo está completamente tapizado de helechos.

A medida que caminamos, a derecha e izquierda, se abren algunas callejas, las cuales no tomaremos. Seguiremos siempre en la dirección que llevamos, al frente. Como confirmación de que vamos por el buen camino, vemos marcas de continuidad del GR (una banda blanca y debajo otra banda roja), pintadas sobre los cercados, así como algunas estaquillas.

Tras llevar recorrido algo más de kilómetro y medio, por nuestra izquierda, encontramos  una calleja. Mediante ella se incorpora a nuestro camino, el sendero de pequeño recorrido PR-A 47. Por ello, observaremos que en la incorporación existen marcas de continuidad de PR. El PR-A 47, es un sendero de unos cinco kilómetros, el cual parte de la piscina municipal de Aracena, y se dirige a la Fuente del Castaño. Nosotros continuamos al frente

Cuando llevamos recorridos aproximadamente 1,8 Kilómetros, a nuestra derecha se abre otra calleja que desciende. En ella podemos observar marcas de GR y de PR, así como un cartel indicador que dice “La Solana”. Tomaremos por ella. En este momento, abandonamos el trazado del GR 41.3, al cual posteriormente regresaremos, para seguir el PR-A 47, que nos llevará a la Fuente del Castaño.

Habremos recorrido algo menos de doscientos metros, cuando comenzaremos a escuchar el murmullo de una corriente de agua. Se trata del (arroyo) Barranco de la Fuente del Castaño, que discurre a la derecha de nuestro camino. Pocos metros después, cruzamos el arroyo, por un puentecillo poco aparente. A nuestra derecha, podemos entonces observar una chopera, a cuyos pies se extiende una pequeña llanura cubierta de hierba, en la cual pacen apaciblemente las vacas. Podemos observar a la izquierda de dicha pradera, un monte, nombre con el que se denominan en la zona, a una pequeña construcción destinada a guardar aperos u a otros usos agrícolas.


Vaquitas pastando placidamente junto a la chopera del Barranco de la Fuente del Castaño.

Unos cien metros después, llegamos a una bifurcación del camino. En ella, encontramos otro cartel que indica hacia “La Solana” a la derecha. Nosotros tomaremos el ramal de la izquierda, en el que observaremos marcas de continuidad del PR.

Caminamos entre castaños, encinas, alcornoques y robles, y cuando llevamos recorridos aproximadamente otros cien metros, observamos una construcción. Continuamos andando por la senda, rodeando la edificación. En la fachada opuesta a la que inicialmente vimos, veremos una pila, y como brotan de la pared 16 caños de agua. Es la Fuente del Castaño. En la parte derecha de la pila, existe un canal de alivio, que permiten que las aguas escapen para incorporarse al (arroyo) Barranco de la Fuente del Castaño, y justo enfrente unos bancos de piedra. Un poco detrás de los bancos, algo más próximo al camino, encontramos otra edificación algo más pequeña y más alta.


Fuente del Castaño.

La Fuente del Castaño, es una importante surgencia, cuyo caudal es aprovechado casi totalmente, para abastecer de agua a Aracena, en detrimento de la ecología y del aprovechamiento agrícola, ganadero y turístico de la zona, hecho que preocupa a las organizaciones ecologistas locales. Debido a ello, el caudal que mana por los caños suele estar muy disminuido, a excepción de cuando las precipitaciones son generosas.


Fuente del Castaño - detalle.

Tras un descanso en esta refrescante zona, reanudamos nuestro caminar. Deshacemos lo andado hasta la anterior bifurcación del camino, y encaminamos nuestros pasos hacia el ramal que antes desechamos, y que ahora queda a nuestra izquierda, y que esta indicado por el cartel de hacia “La Solana”. En este punto, abandonamos el trazado del PR-A 47.

Comenzamos a caminar por una zona mas abierta, a cuya derecha podemos observar una bella pradera, en la que pace el ganado vacuno. Mas allá de observamos algunas casas dispersas. Todo esto, junto a la vegetación, conforma un rincón de bucólica belleza.


Praderas y casas en la nava del Barranco de la Fuente del Castaño.


¿Donde estamos?, ¿en Andalucía o en Asturias?.

Cuando llevamos escasos trescientos metros desde el anterior cruce, encontramos una nueva bifurcación, en la que hay dos carteles indicadores. El ramal de la izquierda, esta indicado por un cartel que reza nuevamente “La Solana”, mientras que el de la derecha indica hacia el “Alojamiento Rural el Paraíso”. Tomamos esta última dirección.

Pasamos cerca de las entradas a algunas fincas, en cuyos terrenos podemos ver algunos frutales, y del ya citado Alojamiento Rural el Paraíso, para al poco, encontrar la entrada a una nueva finca, en la que hay un cartel que dice “Paso privado”. Inmediatamente veremos a nuestro frente y un poco a la derecha, un camino, encajado a ambos lados por valla de alambrada, umbroso y con abundante vegetación. Nos dirigimos hacia el.

El camino discurre embutido bajo un exuberante dosel de vegetación, compuesto por chopos, olmos, avellanos y arbustos, así como gran número de plantas trepadoras como hiedra y zarzas. También hay helechos y gran numero de herbáceas. Todo esto,  confiere a la zona de gran frescor y umbría.
Pocos metros después, encontramos dos senderillos que se dirigen a las fincas cercanas, los cuales se encuentran cancelados, por los típicos cerramientos de madera de la zona, los cuales son también herencia cultural astur-leonesa.


Cerramiento en madera, típico de la zona, y de herencia astur-leonesa.

El sendero se pone en paralelo al (arroyo) Barranco de la Fuente del Castaño, para finalmente cruzar su cauce, por un rustico puentecillo, construido con troncos y tablones.
Podemos pasar por el con precaución, ya que es estrecho e irregular, y en algunos puntos la madera comienza a estar afectada por la humedad. Desde el, si miramos a la derecha, veremos un pequeño salto de agua.


Rustico puentecillo sobre el Barranco de la Fuente del Castaño. Si lo cruzáis, ser precavidos.

Aunque seria posible continuar por este sendero, y según tengo entendido, regresar por el a la Vereda de Sevilla (GR 41.3), preferimos reandar lo andado, hasta situarnos de nuevo en el punto en que abandonamos el trazado del GR 41.3. Una vez en este, giramos a la derecha y proseguimos nuestro caminar, siguiendo siempre las marcas de continuidad del GR.


Regresando hacia la vereda de Sevilla.

Hemos vuelto al paisaje de la calleja flanqueada por castañares y helechos. Al poco a nuestra izquierda, vemos un panel explicativo dedicado a la castaña.


Cartel explicativo sobre la castaña.

El sendero comienza a descender, y a escasos doscientos metros después, encontramos a la izquierda del camino, un muro semicircular de piedra, de cuyo interior sobresalen gran cantidad de zarzas. Este muro pretende evitar la caída dentro, de lo que en la zona recibe el nombre de silo. Se trata de un pozo, originado por el hundimiento del techo de una cavidad subterránea próxima a la superficie.


Silo. Originado por el hundimiento del techo de una cavidad subterránea superficial. El muro de piedra pretende evitar caídas en su interior.

El sendero inicia un marcado descenso. Al castaño, acompañan ahora algunos robles, alcornoques y encinas.


Hojas de roble. Caminando encontraremos algunos ejemplares de este árbol.

En escasos doscientos metros llegamos a una zona más llana, en la que el camino atraviesa el cauce del (arroyo) Barranco de la Fuente del Castaño. El terreno se encuentra en algunos puntos encharcado y con barro, siendo difícil atravesarlo sin mancharse. En este punto, el camino parece dividirse en dos, uno a la izquierda y otro a la derecha, pero esto es momentáneo y confluyen a los pocos metros en uno. Si pasamos por el ramal de la derecha, veremos un cartel explicativo, acerca de las setas comestibles del parque natural.


Terreno embarrado donde el camino atraviesa el cauce del Barranco de la Fuente del Castaño.


Panel explicativo sobre las setas comestibles del parque.

Poco después, el paisaje se adehesa, los castaños comienzan a hacerse menos frecuentes, y encontramos gran numero de alcornoques y encinas. Ignoramos un sendero que intercepta nuestro camino por la izquierda, y mas adelante otro que lo hace por la derecha.

A nuestra izquierda, encontramos una finca con frutales y una casa de construcción moderna. Poco antes de llegar a su entrada, vemos colgada de un árbol, una chapa redonda, procedente de un bidón, en la que se nos indica que sigamos por la derecha, ya que si lo hacemos por la izquierda entraremos en los terrenos de dicha finca privada.


Chapa redonda colgada de un árbol que indica el camino a seguir.

Pocos metros después vemos un grupo de robustos alcornoques que encajonan el camino formando a modo de una bóveda de gran belleza visual.


Bello grupo de alcornoques.

Mas adelante, a nuestra derecha, podemos observar unos terrenos dedicados a la cría del cerdo ibérico, y mas allá una gran nave dedicada a su cría industrial.

En unos doscientos metros, llegaremos a una finca, con una bonita casa tradicional, con un castaño próximo a la entrada del terreno. Justo detrás de ella, a la izquierda de nuestra marcha, parte un camino, el cual no tomaremos. Seguimos al frente.


Bonita casa tradicional junto al camino.

En seiscientos metros, llegaremos a un cruce de caminos. El camino que traemos sigue al frente, y es atravesado por una pista hormigonada. Nosotros tomaremos dicha pista a la izquierda, abandonando así el trazado de la Vereda de Sevilla, pero continuando por el GR 41.3. Al instante, vemos a la izquierda, los terrenos y las naves  de una granja dedicada a la cría del cerdo ibérico. Justo en este punto, encontramos un cartel explicativo sobre el cerdo ibérico.


Panel explicativo sobre el cerdo ibérico.


El cerdo ibérico, uno de los pilares de la economía de la zona.

Poco mas adelante, el castaño recupera su hegemonía. Seguimos caminando, entre fincas, siempre al frente, no haciendo caso de un par de senderos que se abren a nuestra derecha. Al poco, salimos a la carretera HU-8122, Los Marines-Cortelazor, la cual tomaremos a la izquierda, caminando con precaución por el arcén izquierdo.


Llegando a Los Marines.

En escasos doscientos metros estaremos en la travesía de los Marines (C/ Isaac Peral), por la que seguiremos recto hasta llegar a una pequeña plaza en la confluencia con la calle de la Fuente, en donde se encuentra el lavadero de los Marines, y la estatua a la “Apañaora”, como llaman en estas tierras a las mujeres que realizan el apaño, es decir, la recolección de las castañas. Si lo deseamos, podemos dar un paseo por su conjunto urbano, el cual en gran parte ha sido catalogado como Conjunto Histórico Artístico, así como acercarnos a visitar la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Gracia, construida en el siglo XVIII.
Como curiosidad, citaremos, que Los Marines, fue fundado en el siglo XIV de la mano de repobladores procedentes de tierras gallegas, y que parece debe su nombre a la abundancia de habitantes apellidados Marín, apellido común en Galicia.


Lavadero de Los Marines.


Iglesia parroquial de Nuestra Señora de Gracia - Los Marines.


Estatua dedicada a la "apañaora" - Los Marines.


Parte 2: Los Marines-Linares de la Sierra por el camino del Chorrito.

Desde la plaza en la que se sitúa el lavadero de Los Marines, comenzamos a caminar por la continuación de la travesía (C/ Isaac Peral), por la que accedimos anteriormente al pueblo. Inmediatamente, vemos a nuestra derecha, una fuente ornamental de diez surtidores y agua no potable. Las casas comienzan hacerse más escasas, para poco después, a nuestra izquierda, encontramos un panel explicativo sobre el castañar, y algo más adelante a nuestra derecha, otro sobre las castañas. Intuimos la proximidad de la carretera N-433 por el sonido de los coches al circular.

Proseguimos y en unos trescientos metros, llegamos al punto donde la travesía por la que veníamos, se une a la N-433, mediante tres incorporaciones. Justo al frente, vemos las instalaciones de una cantera de áridos. A nuestra derecha, surge una corta pista asfaltada, que se separa de la incorporación, y recorre en oblicuo unos 150 metros para ir a desembocar, por un hueco en los quitamiedos, a la N-433. Justo enfrente, veremos otra apertura en el quitamiedos, que es a donde nos dirigimos. Cruzamos la N-433, extremando las precauciones.

Entramos en un carril terrizo. A nuestra izquierda se encuentran las instalaciones de la cantera antes citada. En menos de cien metros, llegamos a una bifurcación, de la que se desprende un carril a la derecha, el cual no tomaremos. Justo en esta bifurcación, encontramos un panel informativo del parque natural, que indica el inicio del sendero Alto de El Chorrito. Nosotros seguimos al frente. Durante gran parte de nuestro recorrido, seguiremos el trazado del PR-A 39 Aracena - El Repilado, razón por la cual observaremos marcas de continuidad del PR durante el trayecto.


Cartel indicador del comienzo del sendero del Alto de El Chorrito.


Caminando por el tramo inicial del sendero.

Nos introducimos nuevamente en una calleja, la cual asciende suavemente. Vuelven a acompañarnos en el camino, castaños, helechos, alcornoques y robles. Al poco, encontramos un cartel explicativo, que informa sobre las diferentes vegetaciones que se desarrollan según las laderas estén orientadas a la solana o a la umbría. Podremos observar estas diferencias a lo largo del camino.


Cartel explicativo de como cambia la vegetación en las umbrías y las solanas. Nótese el juego de luces de la imagen.

El sendero comienza a ascender con mayor pendiente durante unos quinientos metros, luego la pendiente disminuye hasta más o menos nivelarse. Este punto, constituye el Alto del Chorrito, un puerto, situado a casi ochocientos metros de altura, el cual constituye la cota máxima de nuestro itinerario.

Panorama desde el alto de El Chorrito.

Al poco, vemos al lado izquierdo del sendero, un rustico banco de madera, y algo más allá, cuando el camino comienza a descender, encontramos, un cartel indicador que reza: Fin de Itinerario – Sendero Alto del Chorrito.


Cartel que indica el final del sendero Alto de El Chorrito.

En este punto, la vegetación sufre una radical transformación. Los castaños, robles y alcornoques mas propios de las zonas umbrosas, dejan paso a las encinas, las coscojas y las jaras, mas propias de la solana. Las vistas desde esta zonas son magnificas, pudiendo contemplar una gran extensión de terreno alomado, pudiendo ver en algunas de las citadas lomas, un autentico “mar de encinas”.

El sendero comienza a descender fuertemente, estrechándose y encajonándose cada vez mas entre la vegetación, formada en gran mayoría por coscojas, cuyas hojas espinosas, pueden dejarnos algún recuerdo si no tenemos cuidado.


El sendero se estrecha y encajona cada vez más entre la vegetación.

El sendero finalmente desemboca en un carril, el cual arranca de la cancela de una finca que encontramos a nuestra izquierda. En este punto, encontramos un poste direccional con dos flechas, una que indica hacia Los Marines, y otra hacia Linares de la Sierra. Asimismo en el tronco de una encina próxima al poste, encontramos una marca de cambio de dirección del PR.


Poste indicador y marca de cambio de dirección, ambas pertenecientes al PR-A 39.

Descendemos cómodamente por el carril, acompañados de encinas, alcornoques, algún olivo y matorral. Mas adelante, los árboles comienzan a ralear, dando paso a una zona de matorral de jaras y brezos. A nuestra derecha podemos observar una magnifica panorámica, solo rota, por la presencia de la carretera HU-8105 (A-470). Finalmente, el carril terrizo, se transforma en una pista asfaltada, que acaba desembocando en la carretera HU-8105.


Mar de encinas.

Cruzamos la carretera con precaución, y nos situamos en el arcén izquierdo por detrás del quitamiedos. Caminamos hacia la derecha alrededor de setenta metros hasta encontrar a nuestra izquierda un nuevo carril. En el comienzo de este, vemos una estaquilla que indica la dirección.

El camino continua descendiendo, describiendo amplias curvas, entre un paisaje de matorral y encinas de escaso porte, dirigiéndose hacia el Valle del Silo. Seguiremos siempre al frente, obviando un par de carriles que aparecen a nuestra izquierda y que se dirigen a fincas próximas.


Lo mejor del senderismo es que en cualquier lugar puedes encontrar nuevos amigos.

Nuestros pasos se aproximan al (Arroyo) Barranco del Valle del Silo. Vemos la vegetación típica de ribera que le acompaña, y escuchamos el rumor de sus aguas. Pronto, a la derecha, pasamos una edificación rodeada de una barandilla de madera, que es el depósito de abastecimiento de agua de Linares de la Sierra, y al poco, también a la derecha, encontramos dos coquetas casas.


Coquetas casas en el valle del Silo.

Pocos metros después, alcanzamos un nuevo cruce, en el que confluyen tres caminos. En el encontramos un poste direccional con cuatro flechas, que indican respectivamente hacia Aracena, hacia Linares de la Sierra, hacia el sendero Alto del Chorrito, y el sendero Aracena-Linares de la Sierra, en ambas direcciones. A este punto regresaremos posteriormente para retornar hacia Aracena, pero ahora tomamos el ramal de la derecha, en dirección a Linares de la Sierra.


Poste indicador.

A poco más de cien metros, del camino que llevamos, se desprende a la izquierda un ramal que desciende, indicado por una estaquilla. Tomaremos por ella. Si siguiéramos de frente, entraríamos igualmente a Linares de la Sierra, pero a través de la travesía prolongación de la carretera HU-8123.

Caminamos por una estrecha calleja, de gran encanto, la cual discurre en ligero descenso entre fincas. Algunos perros, ladran “saludándonos” a nuestro paso. A la izquierda, en algunos puntos, vemos la típica vegetación de ribera que acompaña al Arroyo Plamencia, que discurre paralelo a nuestro camino.
Habremos recorrido algo menos de seiscientos metros, cuando aparecemos en el casco urbano de Linares de la Sierra. A nuestra derecha, encontramos un panel indicador del inicio del sendero Linares de la Sierra-Aracena.


Cartel indicador del inicio del sendero Linares de la Sierra-Aracena.

Giramos a la derecha por una calle que asciende, y callejeamos por las bonitas y estrechas calles empedradas de este pueblo. Es obligada la visita a la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, al lavadero publico, y a la plaza de toros abierta, en cuyas gradas podemos contemplar al “alcornoque torero”, junto al cual encontramos unos azulejos con un poema dedicado a este árbol. Es momento para tomar algo en el bar situado en la misma plaza de toros, y recobrar fuerzas para el posterior retorno a Aracena.


Iglesia parroquial de San Juan Bautista - Linares de la Sierra.


Plaza de toros de Linares de la Sierra.


Detalle de las gradas de la plaza de toros de Linares de la Sierra.


Bello rincón en Linares de la Sierra.


El "Alcornoque Torero" de Linares de la Sierra.


Poesía al "Alcornoque Torero".


Parte 3: Linares de la Sierra – Aracena.

Es hora ya de retornar a Aracena. Para ello, tendremos que retroceder, siguiendo el mismo camino andado previamente en sentido inverso, hasta la encrucijada de caminos en que se unen el sendero Aracena-Linares de la Sierra, con el sendero que se dirige al Alto del Chorrito y Los Marines. Una vez en este punto, tomaremos el sendero de nuestra derecha, tal y como indica la flecha del poste indicador, en sentido Aracena.

La mayor  parte de nuestro recorrido, va a discurrir por el trazado del PR-A 48 Aracena - Linares de la Sierra, por lo que encontraremos marcas de continuidad y estaquillas, pertenecientes a dicho PR.

Iniciamos un suave descenso, y nuestros pasos nos acercan al cauce del Arroyo Plamencia, el cual discurre por nuestra derecha, con su musical rumor, y su típica vegetación de ribera.

Cuando no llevamos recorridos ni doscientos metros, y tras dejar a nuestra izquierda un pequeño banco de madera, llegamos a un puentecillo de obra, por el cual hemos de vadear el Arroyo Plamencia. Junto a el encontramos una estaquilla indicadora, y en las proximidades, unos azulejos en conmemoración de San Juan Bautista. Se trata de un bucólico sitio, en el que, el puente, un pequeño salto de agua cercano, y la vegetación de ribera, de la que hemos de destacar higueras y hiedras, estas últimas adheridas al puente y a los árboles próximos, constituyen un todo de gran belleza.


Puente sobre el arroyo Plamencia. Un lugar de gran belleza.

Atravesamos el puente, y poco después, el sendero comienza a ascender fuertemente.
Pasamos junto a las entradas de algunas fincas. Posteriormente, la pendiente pierde algo de inclinación, pero ininterrumpidamente ganamos altura. Habremos recorrido unos quinientos metros desde el puente, cuando a nuestra derecha, próxima a la cancela de entrada a una finca, encontramos una pequeña hornacina, con la figura de la Virgen del Rocío de Almonte.


Hornacina con figura de la Virgen del Rocío.

Seguimos subiendo. A nuestro alrededor, un paisaje de alcornoques, encinas, algunos pinos y algún castaño, junto a monte bajo, nos distraen de nuestro esfuerzo de subida.


El paisaje nos distrae en las rampas de subida.

Recorridos poco más de doscientos metros, a la derecha, junto a la entrada de otra finca, vemos un cántaro, empotrado en la valla que cerca a esta, y a través de cuya boca, mana un hilo de agua.


Cántaro utilizado como surtidor de agua.

Recorridos alrededor de cuatrocientos metros, a nuestra izquierda, encontramos unos bancos de madera, en los cuales podemos descansar un poco, y contemplar el paisaje que nos rodea.


Sentados en el banco, podemos apreciar este paisaje. El ocaso ya se aproxima.

Escasos setenta metros después, llegamos a un cruce, en el cual nuestro sendero interseca una pista forestal. Seguimos de frente, por un sendero, prolongación natural del que traíamos, y en el cual vemos una marca de continuidad del PR, una estaquilla, y un cartel explicativo, acerca de la dehesa.


Panel explicativo sobre la dehesa.

El sendero rápidamente comienza a descender por paisajes de gran belleza, dominados por el alcornoque, hasta llegar a las proximidades de la (arroyo) Rivera de Las Molinillas, en cuyas proximidades observaremos un gran ejemplar de alcornoque.


Gran alcornoque, cerca de la Rivera de las Molinillas.

El camino, vuelve nuevamente a ascender, pero esta vez de una forma más suave, para al poco prácticamente nivelarse. Llegamos a un cruce, en el que se desprende un ramal hacia a la derecha, el cual no tomaremos. En este punto, veremos un contadero para ganado, y unas cancelas metálicas de acceso a fincas. Además encontraremos una estaquilla indicadora de direcciones, y un pequeño cartel que reza “Linares”. Nosotros seguimos de frente.

Avanzamos por una bella calleja, la cual en algunos puntos, debido a la disposición de la vegetación, los muros y el suelo, se nos imagina discurrir por el interior de un túnel.


Algunas callejas, se nos asemejan a un túnel.

Mas adelante, encontramos un sendero a nuestra derecha, el cual no tomaremos. Junto a el hallaremos una estaquilla indicadora, que nos informa de que debemos seguir de frente. Posteriormente, unos doscientos metros mas allá, veremos un sendero que se nos incorpora a la izquierda, igualmente lo ignoramos, ya que nos llevaría a la cercana carretera HU-8105 (A-470). De nuevo seguimos de frente, tal como indica la estaquilla que encontramos junto a el.

Habremos de recorrer alrededor de setecientos metros, para alcanzar finalmente, el cartel informativo titulado sendero Aracena-Linares de la Sierra, que indica el final de dicho sendero. Desembocamos en una gran calle perpendicular a nuestro sentido de marcha, en la cual se esta edificando una urbanización. Giramos a la izquierda, dirigiéndonos hacia la carretera HU-8105 (A-470). Posteriormente la cruzamos y giramos a la derecha.

Caminamos paralelos a dicha carretera, entre urbanizaciones de chalets. A nuestra derecha podemos contemplar con las ultimas luces del día, las ruinas del castillo de Aracena, que se yerguen sobre el monte hueco, en cuyo interior se ubica la Gruta de las Maravillas.


Castillo de Aracena.

Poco antes de llegar a una rotonda, dejamos a nuestra derecha, las instalaciones de la Piscina Municipal de Aracena. Poco después, pasaremos por nuestra izquierda un colegio menor. Metros mas allá, torceremos a nuestra izquierda, y comenzaremos a callejear por el pueblo, para tras pasar por las cercanías de la plaza de toros, desembocar finalmente en las inmediaciones de la rotonda del  polígono industrial Cantagallos, cerca de la cual comenzamos la ruta. Cruzaremos con mucha precaución la N-433, para dirigirnos finalmente a recoger nuestro vehículo, y finalizar así este magnifico día en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

Nota: La ruta puede ser iniciada a pie, en cualquier lugar de Aracena. Tan solo hay que callejear hasta el polígono industrial Cantagallo y situarnos en el punto de inicio, de este modo luego no tendremos por que volver al polígono e ir directamente a nuestro alojamiento.


Y recuerda...

Documentación:

-         Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche – Guía del Excursionista”, Enrique A. Marín Fernández, Editorial La Serranía, Ronda 2009.

No hay comentarios:

Publicar un comentario